La esclerosis múltiple es una enfermedad inflamatoria del sistema nervioso central que produce síntomas como fatiga extrema, rigidez de músculos y articulaciones, disminución de la destreza y problemas de visión. La esclerosis múltiple no tiene cura, pero hay formas de tratarla y evitar que los síntomas se agraven. La EM no es una enfermedad potencialmente mortal, pero puede hacer que una persona se deprima mucho. La EM afecta a cada paciente de manera diferente y es impredecible. Algunas personas pueden verse levemente afectadas, mientras que otras perderán la capacidad de caminar, hablar o escribir.
Existen diferentes clasificaciones de esclerosis múltiple, incluidas primaria y secundaria, pero los tipos principales son neuritis óptica (del nervio), accidente cerebrovascular / leve, cordón lumbar, espondilosis cervical y neurológica / permanente mixta. También hay varias clasificaciones de factores de riesgo para contraer esclerosis múltiple. Los factores de riesgo incluyen edad, origen étnico, género, antecedentes familiares, factores genéticos y pruebas genéticas de esclerosis múltiple. Además, ciertos factores como el abuso de alcohol, el tabaquismo y el uso de drogas ilegales pueden aumentar las probabilidades de que una persona contraiga EM.
Los síntomas consisten en una amplia gama de síntomas como visión doble, debilidad, visión borrosa, pérdida de coordinación muscular y fatiga severa. La EM suele aparecer primero en la edad adulta temprana y puede afectar las actividades diarias. La enfermedad puede progresar lentamente y durar toda la vida si no se trata. Algunos de los síntomas comunes de la EM incluyen fatiga extrema, dolor extremo, falta de concentración, problemas de vejiga, pérdida de memoria, rigidez muscular y visión doble. En algunos casos, la EM también puede provocar una pérdida parcial de la audición, dificultades del habla, convulsiones, incapacidad para ver imágenes y dificultad para caminar.
Oren Zarif